domingo, 21 de abril de 2019

ME ACOSTÉ CON UNA GORDIBUENA



Me acosté en un viaje de la universidad, con una chica que ya medio me gustaba. Como eramos del mismo equipo de una exposición, nos quedamos ella, su amiga y yo en una habitación doble. Después su amiga se fue y yo me quedé con ella.

Estuvimos platicando y cuando nos ibamos a dormir, ella decidió dormirse en la misma cama que yo. Después de un rato me dijo "vente" y la abracé por la espalda. Estaba muy excitado, después nos besamos, ella agarró mi pene con su mano y lo frotó mientras nos besábamos. A partir de ahí tuvimos sexo, coito, diferentes posiciones, pero la que más me gustó fue el misionero, porque la podía besar y perderme en sus senos.

Ella me dijo "gracias" en el acto y dijo "que rico". Cuando terminamos me dijo que el sexo estuvo de 10. Y me dijo que si yo le gustaba. Le dije que sí.

Cuando tuvimos sexo, me di cuenta de que me gustaba mucho.

Ahora quiero que ella sea mi novia, qué hago ahora.

jueves, 14 de febrero de 2019

La sobrina de mi Esposa



La sobrina de mi esposa tenia 12 a~os y yo 42 siempre la notaba que su mirada era diferente cuando me miraba y mientras jugabamos,ami la mente se me iba pues me gustaba verla tan trigue~a y suave ,pero no me atrevia hacer nada.Todo empeso un dia en que mi esposa y si hermana salieron y dejaron asu sobrina conmigo tan pronto saleron empesamos a jugar como siempre. Yo trataba de rosar y tocar todo lo que pudiera mientras jugabamos como siempre que jugabamos,me acostaba encima ella y se dejaba mientras luchamos,algunas veces ella velaba que estuviera distraido y me mojaba un poco con agua fria o un pedazo de hielo,per yo le habia dicho varias veces que si lo seguia asiendo le hiba a poner el pedazo de hielo en su tracero y solo se reia.una vez exitado la coji entre mis brasos le coji el borde del jean , tome el hielo y se lo meti entre la ranura de sus nalgas y la aguantaba hasta que el hielo se derritiera lo que aparentemente le gustaba porque no se negaba.Asi pasaban los dias y cuando llegaba ami casa de visita me buscaba y empesabamos a jugar lo primero que se me ocurriera siempre y cuando yo la pudiera tocar lo que pudiera,casi no tenia tetas eran como unos conitos abultados.

Un dia estabamos solo y ella me tiro una bola y me dio en mi pene yo me ise el que dolio y ella me pregunto que si me dio fuerte y yo le dije que dolia,que le hiba acer lo mismo.Entonces ella me volvio a tirar pero medio en el ombligo,yo coji y le tire la bola suabemente para darele entre sus muslo y ella dijo que no dolia,yo le dije que se sentara en el suelo y abriera un poco las piernas,en ese momemto le tire la bola un poco mas fuerte pero no mucho y entonces dijo que le m*****o un poco, ella volvio y me tiro la bola y dio denuevo en mi pene y me ise que me dio dolor.Ella me pregunto denuevo si me dolia y yo le dije que si pero ya yo estaba exitado mi pene estaba creciendo debajo de mi pantalon al verla sentada con las piernas abiertas.Solo miraba su bultito entre sus piernas y no le quitaba la vista de esa area,pero ella me miro y me dijo, que ves tio?yo solo le dige te m*****a que mire para hay abajo? Y ella me dijo que no y continuo tirando la bola acia el area de mi pene .Ella me miro el bulto y me dijo que se me estaba hinchando yo le dije que si por el golpe de la bola.Mi mente corria rapido queria comerme a esa nena per no me atrrevia a serguir,en eso me dice, puede tocarte en donde te di el golpe yo? rapidamente la dije que si y que no selo comentara a nadie.Se acerco ami y me toco con timides mi bulto y me pregunta, Esta bien duro tio?Yo le dije por tu culpa me esta pasando esto,y ella respondio mientras me tocaba,nose pero algunas veces yo he notado que a mi papa le pasa lo mismo sin ser golpeado.Yo estaba tan exitado que le volvi a decir que no comentara nada de lo estabamos hablando a nadie y que le hiba a decir la verdad de lo que me pasaba aya abajo.

Yo caliente y ella tocandome por encima del pantalon,le explique que no fue ella con la bola y que eso le pasa alos hombre de tanto gusto que sienten por una mujer.Ella me dice, tio yo soy mujer y te proboco ese gusto?,yo le dige que si pero que no devia suceder entre nosotros porque ella era una ni~a.En eso me dijo yo no voy a decir nada pero quiero ver lo que esta hay hinchado y duro,yo le conteste que si se lo dejaba ver ella me tenia que dejar ver sus partes.Y asi fue ella dijo que si,pero yo fui primero me levante del suelo y me baje el pantalon frente de ella,mi pene de solo 6 pulgadas salio rapidamente tieso ,ella lo miro y abrio las ojos asustada,yo le dije que si habia visto algo asi antes .Ella me contesto que asi de duro y recto no,que algunas veces habia visto asu hermano orinando y asu papa en la cama acostado cuando se le vehia un poco entre el short y el muslo .Era algo nuevo para ella,volvio a perdirme permiso para tocarlo y yo que estaba tan exitado le dije que podia hacer lo que quisiera,mientras me tocaba el pene yo le cojia la mano y le ense~aba como moverla de arriba abajo,eso era un sue~o para mi por poco me saca la leche.Ella seguia jugando con mi pene yo empese a tocarla hasta llegar asus diminutas tetillitas,sela toque por encima de la blusa y a ella le gusto porque senti que gimio,tio mmm y dijo ,Hay tio es bueno eso que me ases.Yo segui tocandole las diminutas tetitas hasta lograr soltar unos botones de la blusa y meter mi mano para tocar la virgen carne de sus tetillitas,las tenia un poco mas grande que las de un hombre,las estube manoseando buen rato mientras ella asia lo mismo com mi pene segun le ense~e.Ya casi por reventar le dije que parara que queria verla yo ahora,ella me miro asustada y yo le dije que no le hiba a suceder nada que me dejara ver lo que tenia entre las piernas,ella me dijo, esta bien tio que ago?yo le dije quitate el jean y ella lo iso,pude ver sus virgenes carnes y su ropa interior con dibujos y flores,le dije que diera la vuelta para verla,mientras daba la vuelta yo me tocaba,ella se dio cuenta y me dijo lo puedo hacer yo mirandome el pene,yo asenti con la cabesa y empeso denuevo frotarmelo como le habia ense~ado yo baje mi mano y le toque los muslos y note que le dio como cosquillas pero se dejo tocar, asi sequi y tocque sus nalguitas duritas,yo setia que me hiba a morir de placer. Fui bajandole el panty poco a poco y ella retrocedio ,solto mi pene y me miro,yo le dije solo quiero ver tu cosita ese fue nuestro acuerdo.Y me dijo si lo se tio pero tengo miedo yo le dije que tuviera miedo que yo la hiba a cuidar,entonces me dejo bajar su panty el cual me le lleve ala naris.Ella me mira y me pregunta,Porque olia su panty y yo le conteste que queria saber a que ella olia y que siguiera tocandome el pene y asi lo iso me volvio a cojer mi pene mientras yo olia su panty,no aguante mas y empese con mi otra mano tocar y pasar mi dedo por sus nalguitas y note que le gusto porque volvio a gemir diciendo hay tioo.Asi estube un rato yle dije que queria ver su cosita y ella dijo que si,la recoste del piso y empese a abrir sus piernitas,pude ver aquel chocho rosadito y chiquito en aquel cuerpecito trigue~o, era una maravilla,le dije que no moviera que la hiba a tocar,pero cuando la toque retrocedio un poco y le pregunte que sucedia y me dijo que le m*****aba al tocarla,yo le conteste que no se preocupara que sabia lo que estaba asiendo.Asi estube mojando mis dedos con mi saliba y pasandoselos suavemente entre su chochita y su culito hasta que senti que su vadera se levanto y volvio a gemir diciendo asi,me gusta tio.Yo no soportaba mas y le dige que se metiera mi pene en su boca pero a ella no le gusto diciendo que por hay salia orin,yo a esto le dije dejame pasar mi lengua en tu cosita para que veas que no es nada malo y asi lo ice le fui pasando la lengua por fuera de la chochita,le lamia los labios y trataba de chuparlos un poco y de pronto senti que su cadera me asia fuerza asia mi lengua,entonces senti que le estaba gustando que la m*****ia ya se le abia ido y lo que sentia era bueno para ella porque decia en voz baja, hay tio tio mmm.Yo exitado me recoste en el suelo con mi cabeza frente a su chochito en forma del 69 y le volvi a pedir que me besara y se metiera mi pene en su boca, que la chupara como cuando chupaba sus paletas de dulce ,que porfavor lo isiera que no era nada hasta que la convensi.Fue cuando senti sus labios en mi pene,al princicio fue suabe,luego le dije que sacara su lengua y mela frotara en la punta y asi lo iso era algo maravilloso sentir esa boca en mi pene,yo me aserque asu chochito y lo empese a lamer suavemente como al principio asta sentir su cadera empujar su chochito asia mi lengua mientras tambien se metio la cabeza de mi pene en su boca,asi estube un rato notando la exitacion de ella y aguantando para no venirme.

No queria venirme mi mente corria rapidamente queria penetrarle pero no me atrevia tenia 12 a~os solamente,cuando senti que se contorsionaba gimiendo tio,tio supe que se habia venido y note que le alia una aguita de su chochito.Espere que se traquilisara de su primera corrida y le dige que yo queria sentir lo mismo que ella,nos paramos del suelo y la recoste del espaldar del sofa mientras yo le besaba la espalda y el cuello fui acomodando mi pene entre sus nalgas,escupi mi pene un poco y fui frotandolo poco a poco,algunas veces le abria las nalguitas y frotaba mi la punta de mi pene en su culito calientito y lo bajaba hasta su chochita.Era para mi lo mejor que habia echo,sentia sus nalgas y su culito en mi pene,mi mente corria queria metersela cuando rosaba su chochita pero me detenia aunque sentia que le gustaba.Mientras la tocaba y le besaba la espalda y el cuello seguia frotando mi pene en sus parate mas intimas,a ella le gustaba porque me culeaba todo el tiempo y mas cuando pasaba mi pene en su chochito,era rica esa sensacion ya casi me estaba viniendo,me aserque asu oido se lo chupe y le dije que no podia aguantas mas que queria echarle mi juguito en su boca,ella mira asia ami y me pregunto como lo tenia que hacer,hay me detube la puse de frente y le dije que me la chupara de nuevo que me iba aser el hombre mas feliz de mundo.Ella me tomo el pene ,abrio la boca y empeso a lamer y achupar como si ubiera sido una paleta dulce,mi exitacion fue tanta que empese a soltar mi leche en su boca,pero a ella sentir se retiro y tube que cojerme el pene para acavar de venirme asiendome una paja mientras ella sacaba de la boca un poco de mi leche y me miraba cuando me pajeaba delante de ella,mi leche bolo y le cayo en su blusa y cuello,unas gotas calleron encima de una de sus tetita .Me volvi loco al verla mojada con mi leche,ella me dijo tio esta caliente y porque te me orinaste en mi boca,yo somrei y le dije que eso no era orin que era leche de hombre que a las mujeres les gustan.Pero ella no le gusto el sabor y me dijo, si asi que nos tiene que gustar dejame volver a probarla?,pero yo no podia mas y le dije que la proxima ves sela tragara cuando me estubiera viniendo en su boca,mientras tanto ella con sus dedos traia mi leche de su blusa asia su boca y chupaba sus dedo.Asi estube un rato junto a ella sintiendo su cuerpecito junto al mio,deves en cuando ella me tocabas mi pene y yo le preguntaba sile gusto loque paso hoy ,y me dijo que si que queria aprender mas.Le dige que teniamos que ba~arnos para limpiarnos y dijo que si y que si me gustaban sus pantys,medio curiosidad y le pregunte porque me decia eso y me dijo,Tio si tu lo quieres yo te los regalo porque te vi oliendolos y me gusto verte.yo exitado le dije que me gustaban y los tome del suelo los oli y los guarde en donde guardo mi arma de fuego bajo llave,todavia los tengo y se los ago poner para que no pierdan su olor.Ya en la ducha la enjabone completamente y me frotaba su cuerpo con el mio.Tuve una ereccion al estar besandome y frotandome con ella ,le chupaba sus tetillitas mientras ella jugaba con mi pene ya parado denuevo.Me miro y me dijo ahora quiero hacerlo bien tio lo puedo chupar,yo no pude decir que no si no que le dije que se arrodillara y mela chupara,mientras nos caia el agua de la ducha ella me lo chupaba,yo le tocaba los pesonitos de las tetitas,me doblaba un poco para tocar sus nalgas y culo hasta que senti que me venia y se lo dije que chupara mas rapido que mi leche hiba a salir.Ella chupo y movio su mano mas rapido y fue cuando senti mi chorro salir pero ella no aguanto mi pene dentro de su boca y lo saco pero siguio masturbandome asta que vio que no me salio mas leche de mi pene.Yo la para del suelo la abrase y la bese,entonces me dijo,tio perdona pero no pude beberme tu leche,yo le conteste no es nada mi amorcito me as echo muy feliz y otro dia sera mejor.Acabamos de ba~arnos y la lleve ami cuarto a descansar junto ami.

Acostados en la Yo le dige que no se preocupara que vendrian otros dias para estar los dos solos de nuevo mientras la abrasaba y apretaba sobre mi cuerpo,al rato llego mi esposa y su hermana comimos todos juntos.Desde ese momento nos emos encontrado varias veces y siempre le dice asu mama cuando va a citas que se quiere quedar en casa de su tia.Todavia hace 2 a~os y no la he penetrado pero gozo mucho con ella frotanto mi pene con sus partes virginales,algun dia me pedira que le meta mi pene y clave. Yo le esplicado como se tiene sexo y hemos visto peliculas X juntos cuando podemos . Por ahora me conformo con chuparle,lamer y tocar su chochita y que ella se deje frotar mi pene con sus cositas.Lo demas que deseo acerle sera mas adelante cuando ella me lo pida.Y si sucede se los voy a dejar saber mientras tanto les contare en la proxima la vez que por poco nos coje mi mujer tocandole el chochito asu sobrina

sábado, 19 de enero de 2019

“MI PRIMERA VEZ


Durante toda mi infancia había sido privada de la mayoría de cosas que tenían el resto de las niñas. Solo se me permitió tener una muñeca y un osito de peluche, lo demás -siempre me decían mis padres- era vicio. Mi pelo largo siempre debería estar sujeto en una coleta o una trenza, jamás suelto.


Mis vestidos eran sencillos, de telas lisas y colores oscuros confeccionados por mi madre -la manera en que visten las jóvenes despierta la lujuria de los hombres- les escuchaba decir continuamente. Además en casa estaban prohibidos los espejos no era bueno para mi observar mi cuerpo sobre todo ahora que me estaba desarrollando. Nunca debería traer amigas a casa, ni relacionarme demasiado con ellas. Cualquier regla que infringiese, suponía pasar más o menos horas, según la gravedad de la falta, encerrada en el sótano, algo que me angustiaba y aterraba mucho.


Mientras fui pequeña todo me parecía normal, pensaba que todas las familias eran iguales y dado que estudiaba en un colegio de chicas donde todas íbamos con uniforme, no me sentí distinta del resto.


Ahora con diecisiete años, veía a mis amigas con una ligera capa de maquillaje y planificando fiestas para el fin de semana y me daban envidia. Ya habían optado por no invitarme a ninguna, dada la cantidad de negativas que habían recibido hasta el momento. Los domingos cuando íbamos a la iglesia, -yo con mis vestidos sin forma que no hacían más que afear mi figura- y veía a mis compañeras radiantes y felices con bonitos conjuntos modernos y actuales, con el cabello suelto al aire charlando con los chicos del pueblo al acabar la ceremonia, hacía crecer en mí el resentimiento y el odio que sentía por mis padres. Algún domingo lo pasé encerrada en el sótano por haber mirado “lascivamente” -decían ellos- a algún muchacho. Hasta los veintiún años no podría mirar a ningún muchacho, y cuando lo hiciese debería hacerme respetar hasta el matrimonio, pero ni tan siquiera estaba permitido un roce y mucho menos un beso.


El camino de regreso a casa siempre lo hacíamos juntas mi amiga Luisa y yo, le contaba como era mi vida y ella se horrorizaba. Siempre me decía que tuviese paciencia, llegaría un día en el que lograría escapar de esa cárcel. Era buena amiga y muy fiel, nunca había contando a nadie como era mi día a día. Una tarde de primavera comenzaron a acompañarnos unos muchachos del instituto mixto del pueblo. Me causaba terror si mis padres llegaban a enterarse, así que comenzamos a hacer el recorrido a través del bosque.


Uno de los jóvenes siempre me miraba atentamente y dirigía sus palabras cariñosamente hacia a mí. Me daba mucha vergüenza, yo gozaba de una preciosa melena castaña muy brillante que se ocultaba tras una fea trenza y aunque tenía unos ojos azules intensos me faltaba el brillo que en esa edad debería poseer.


Con el paso de los días me acostumbré a su presencia, incluso echándolo de menos cuando en alguna ocasión no podía venir. Poco a poco perdí mi timidez hacia él, llegando a permitirle un beso. Ese día como si mis padres presintiesen algo, a mi regreso me sentaron en la cocina atosigándome a preguntas, parecían saber que ya no venía por el camino, sino que me adentraba por el interior para mi vuelta. Aunque me excusé diciendo que era un camino más entretenido para nosotras, no parecieron conformes y me castigaron durante cuatro horas en aquella oscuridad.


Me daba igual, no iba a dejar de ver a Carlos, así muriese en el intento... Nuestra relación fue creciendo y yo quería más... Quizás por culpa de sus prohibiciones y tabús habían hecho de mí una joven rabiosa de la vida, ansiosa por probarlo todo y entregarme cuanto antes a un hombre.


Acordamos que el viernes por la tarde con la disculpa de que tenía que ir a hacer un trabajo a casa de Luisa, nos quedaríamos un rato en la cabaña abandonada que había en el interior del bosque. Luisa cubriría mis espaldas.


Era la primera vez que estábamos a solas, me sentía tímida pero segura, con él me hallaba muy a gusto. Comenzamos a besarnos cada vez con más intensidad, sus manos comenzaron a tocarme primero tímidamente y al ver que yo no ofrecía resistencia, desabrochó mi blusa y deslizó sus manos para sobar mis duros y firmes pechos. Sentía su excitación y estaba comenzando a asustarme, ¿y si papá y mamá tenían razón y los hombres solo pensaban en eso? Su mano se guió ahora hacia mi muslo, subiendo lentamente por debajo de mi falda sin dejar de besarme, sus gemidos iban subiendo en intensidad y cuando iba a tocarme mi sexo, vinieron a mi cabeza los discursos de mis padres sobre lo pecaminoso e impío que era el acto sexual.


Salí corriendo de allí como una loca, Carlos me llamaba pero ni miré hacia atrás. Llegué a junto de mi amiga que me estaba esperando a la entrada del bosque, colorada y avergonzada, lo cual causo risa en mi amiga.


Al día siguiente acepté a hablar con él, me sentía abochornada por la situación del día anterior. Me pidió perdón muy galantemente haciéndome sentir mejor y sugiriendo ir más despacio, por nada del mundo pretendía perderme.


Pasaron los meses de encuentros fugaces donde no pasó nada, pero cada vez estábamos más unidos y compenetrados. Quedaban pocos días para mis dieciocho años y habíamos decidido que ese sería el gran día, yo ya estaba preparada.


El encuentro fue mágico, maravilloso y muy intenso, los jadeos vibraban por la vieja cabaña y tenía la sensación de que la magnitud de sensaciones que se estaban viviendo allí, podrían causar el derrumbe de la misma. Cuando acabamos, nos quedamos un rato acostados sobre la manta que Carlos había llevado, prometiendo nuestro amor para siempre.



Esa noche abandoné el hogar de mis padres, nunca había sido el mío. Mi amiga Luisa y sus padres, conscientes de mi situación en casa, me acogían en la suya. Seguiría estudiando y en cuanto Carlos acabase la universidad y encontrase trabajo, nos casaríamos. La infancia de mi vida nunca podría recuperarla, pero aun era joven y me quedaba mucho por vivir

domingo, 6 de enero de 2019

Después de jugar directo al incesto

Mi madre y yo habíamos vivido solos desde siempre.Mi padre había abandonado a mi madre después de enterarse de que la había dejado embarazada de mí y ella nunca quiso rehacer su vida por miedo a que la fueran a dejar otra vez.De este modo, los dos siempre habíamos estado solos, compartiendo todo, incluso la cama.Sí, muchos chicos duermen de vez en cuando con sus madres hasta los diez u once años, pero en mi caso esto se había prolongado hasta los dieciocho años y no parecía ir a parar nunca.
Los dos nos llevábamos muy bien y, como mi madre tenía pocas amigas y salía poco, éramos íntimos amigos y nos lo contábamos todo.Ella confiaba en mí plenamente y yo en ella y cualquier decisión que había que tomar la consultábamos antes los dos.Alguna gente veía esto de forma extraña y pensaba que todo era una pose para hacer creer que éramos una familia modelo y disimular el hecho de que a mi madre la habían abandonado, pero realmente los dos nos llevábamos muy bien.
Mi madre era una mujer muy de su casa.No solía salir más que para ir al trabajo (en una oficina) y hacer algunas compras necesarias.Por lo demás, pasaba la mayor parte de su tiempo en casa, entregada a sus aficiones, entre las que se contaban la lectura y la escritura.Solía escribir algunos poemas y relatos cortos y una vez habían estado a punto de publicarle uno de éstos.A raíz de aquello, mi madre se entregó con más pasión aún a la escritura y ahora era prácticamente lo único que hacía en su tiempo libre.
Físicamente, mamá era una mujer para mi gusto atractiva.Era más bien baja (algo menos de un metro sesenta) y estaba algo rellena, pero tenía unos pechos muy grandes (talla 100) y un culo gordo y grande.De cara era normal, aunque no se podía decir que no fuera guapa y en cuanto a las piernas, las tenía de mediana longitud y rellenas.Era, en términos generales, una mujer para mi gusto sexi.
Desde hacía algún tiempo, mi madre había empezado a excitarme sexualmente.A muchos esto les sonará a perversión absoluta, pero creo que es algo inevitable, sea la mujer tu madre o cualquier otra.A mí personalemente me avergonzaba un poco esto, pero por otro lado comprendía que era algo natural, algo que no podía evitarse aunque se quisiera.
Recuerdo que una noche, creo que de sábado, mamá y yo no queríamos ver nada en la televisión y ella propuso que nos fuéramos a la cama y jugáramos sobre ella a las cartas un rato para matar el tiempo.En su cuarto había una televisión pequeña, así que podíamos tenerla encendida sin voz mientras jugábamos y ver si empezaba algo bueno.
Mamá llevaba puesto un camisón holgado y yo sólo unos calzoncillos largos, ya que en casa teníamos calefacción central y no hacía falta llevar nada más puesto en invierno.Los dos estábamos sentados sobre la cama con las piernas cruzadas jugando a las cartas y yo no quitaba los ojos del cuerpo de mi madre, ya que aquella noche yo estaba especialmente caliente.De pronto, vi que mi madre miraba hacía mi entrepierna sonriendo y después que señalaba en esa dirección.Yo me extrañé y miré hacia abajo.Tenía la polla tan empinada que se había salido por la abertura frontal de los calzoncillos y ni siquiera me había dado cuenta.Rápidamente, totalmente sonrojado, me la guardé y mi madre siguió sonriendo.
-No tienes que preocuparte, cielo.Estas cosas pasan a tu edad.
-Lo...siento -dije yo.
-No pasa nada.Lo que no sabía es que tuvieras la churra tan grande con tu edad...
-¿Grande?
-Sí.Quítate los calzoncillos y déjamela ver otra vez...
Yo no salía de mi asombro, pero obedecí y me bajé los calzoncillos, dejando mi miembro empinado de 19 cm al aire apuntando hacia arriba.
-¿Ves? La tienes muy grande.¿Se te ha puesto dura por mirarme a mí o por otra cosa que estabas pensando?
-Por mirarte a ti.
Mi madre sonrió y luego me miró de forma pícara.
-No sabía que se te empinara mirándome.Si me hubiera enterado antes...
-¿Qué hubiera pasado?
-Pues que podríamos llevar algún tiempo haciendo un poco de sexo...Eso me vendría muy bien.
-A mí también -respondí alucinado.
-¿Quieres que probemos?
-Por mí sí...Enséñame el chocho, que me muero de ganas de vértelo...
-Ahora mismo, cielo.
Mi madre, de rodillas sobre la cama, se sacó el camisón por arriba y se quitó el sujetador, que a duras penas contenía sus enormes melones de grandes areolas y generosos pezones rojos.Luego, se bajó las bragas y dejó a la vista su coño lleno de pelos negros, que habían sobresalido por todas partes antes de quitarse las bragas.Entonces, mamá se abrió de piernas y me mostró su coño en todo su esplendor.
-Venga, cariño, vamos a follar -me dijo mi madre.
-Pero, no tenemos preservativos, ¿no?
-No, pero no pasa nada, yo me hice la ligadura de trompas cuando tú naciste, así que te puedes correr dentro sin miedo.
Para mi sorpresa, mi madre se incorporó y, rodeándome el cuello con sus brazos, me besó con fuerza en los labios.Luego, me acarició la polla con una mano y empezó a hacerme una paja lentamente.Poco después, se tumbó boca arriba, levantó las piernas llevando las rodillas hasta el pecho y dejó a tiro su peluda y mojada vulva.Separó las piernas un poco y se metió un dedo en la vagina para indicarme el sitio exacto.Yo no dudé más y, poniéndome de rodillas, puse mi polla en la entrada de su coño.Despacio, la deslicé dentro, sorprendiéndome ante la facilidad de la penetración.La vagina de mi madre parecía estar untada de mantequilla y en un momento tuve toda mi virilidad introducida en ella.Mi madre gimió de placer.
Me eché hacia delante y apoyé los brazos a ambos lados de los hombros de mi madre, empezando a empujar rítmicamente entre sus muslos.Aquello me pareció maravilloso, sentir cómo mi polla se hundía en su agujero caliente hasta que nuestros vellos púbicos entraban en contacto.Aumenté el ritmo de mis embestidas hasta que estuve follándomela como un conejo, sin parar de mover el culo de forma frenética.
Al cabo de un poco estuve a punto de correrme, pero conseguí aguantar y empecé de nuevo a ir despacio.Mi madre gemía de placer continuamente y poco después me rodeó con las piernas la espalda y el culo, haciendo que me hundiera en su coño aún más.No tardó mucho en empezar a retorcerse sobre la cama, rodeándome el cuello con los brazos y apretándolo.Poco después, se corrió y los músculos de su vagina apretaron mi pene, haciendo que mi orgasmo se aproximara.
No tardé mucho en correrme y, poco después de que mi madre lo hiciera, regué lo más hondo de su coño con un fuerte chorro de esperma caliente y pegajoso.Uno tras otro, los chorros llenaron su agujero y empezaron a rezumar de él.Yo seguí metiéndosela hasta que se me puso demasiado flácida como para continuar.Entonces se la saqué, dejando su coño con un poco de semen saliendo de él.Mamá me agarró y me tiró sobre ella, rodeándome con los brazos y metiéndome la lengua en la boca.Los dos nos comimos la boca durante un rato y luego nos quedamos tumbados boca arriba sobre la cama.
-Espero que podamos repetir esto de vez en cuando, cielo... -dijo mamá.
Como es obvio, le dije que no pensaba dejarlo.

sábado, 29 de diciembre de 2018

Otra ves con la verga de mi sobrino Jose


Me puse feliz el día que Arturo me dijo que José iría a la casa para que él le ayudara con unas cosas de matemáticas, yo sabía que era una buena oportunidad para que acabáramos otra vez en la cama. Mi concha estaba súper mojada, al imaginarme que aquel hermoso pedazo de carne iba a entrar en mí.
El día que mi sobrino fue a la casa, yo vestía un pantalón negro muy pegado, que hace resaltar mis nalgas, y una blusa blanca más chica de mi talla para que mis tetas se vieran más grandes, al llegar José, mi esposo se estaba terminando de vestir, por lo que en cuanto llego José le puse mi mano derecha sobre su verga y le dije:
-En un descuido me la metes.
-Claro tía.
-¿Te gusta como se ve mi culo?
-Si tía que rico se ve.
Lo tome de la mano y lo lleve a la sala, le ofrecí algo de tomar, y mientras se lo servía, llego mi marido lo saludo con un abrazo, pensé pobre de mi marido si supiera que su sobrino me coge.
Le di la bebida a mi sobrino, mientras mi marido acomodaba todo para empezar a resolverle sus dudas. Se sentaron en el comedor el cual es rectangular, mi esposo en la cabecera y mi sobrino a lado, me fui para dejarlos estudiar, después de un rato fui a verlos me senté a lado de José y le agarre la pierna, después la subí hasta llegar a su pene, el cual se empezó a ponerse duro, mi marido sin darse cuenta de lo que pasaba, me dijo que me fuera pues distraía a nuestro sobrino.
Pasaron más de 2 horas y no acababan, yo ya no aguantaba las ganas de llevarme a la cama a mi sobrino, pero cada vez se veía más difícil, estaba viendo la tele, cuando mi marido me aviso que habían acabado, y que iría a cenar con sus amigos, le dijo a mi sobrino que de paso lo dejaba en su casa, pero yo le dije que ya que iba a cenar sola, que se quedara José a cenar conmigo, José dijo que sí, mi marido salió de la casa.
-Listo para cenarte a tu tía.
-Si tía, que rico que te dejes coger.
-Pues que hago si me encanta el sexo.
-Y mi tío no se da cuenta de que te encanta el sexo.
-Si pero no se da cuenta que le soy infiel con todos y a cada rato.
-Eres tan caliente.
-Quítame lo caliente, méteme la verga.
Se desnudó y ya le tenía paradisima, lo jale de la verga hacia mí, le dije al oído.
-Me gusta ser tu puta.
Me hinque y me metí todo su pene en la boca, se lo chupe muy bien, quería sentir su semen en mi boca, el pene estaba todo dentro y mi lengua acariciaba su cabeza, no aguanto mucho y eyaculo, trague todo lo que pude, pero parte de su semen salía por mi boca.
Me pare y lo que tenía en los labios y en la barbilla, lo limpie con un kleenex, él se enojó y me dio una cachetada muy fuerte, jamás me habían pegado.
-Mi semen te lo tragas puta, que sea la última vez que te limpias lo que te debes de comer.
Me excito que me pegara, el sentirme humillada por mi sobrino me gusto, yo había humillado a muchos hombre pero jamás ninguno a mí, y el que fuera mi sobrino me puso súper caliente.
-Perdón, nunca más pasará.
-Más te vale puta, y ya me voy.
-¿Por qué?
-Me hiciste enojar, mejor nos vemos otro día.
-Por favor no te vayas, necesito que me metas la verga, mi concha necesita sentir adentro tu pedazo de carne.
-Pídemelo de rodillas.
Me hinque y le dije:
-Por favor no me dejes sin tu pene, te necesito dentro, quiero que me cojas.
-Te voy a hacer el favor puta.
-Gracias mi amor, sin tu verga no soy nada, solo tú me llenas, te necesito.
Me desnude, me puse en cuatro, él se acercó, sentí como su verga caliente y palpitante se acercaba a mi vagina.
-Por favor ya métemela.
-Ahí te va puta.
Me la metió toda de un solo golpe, fue delicioso, empezó un mete y saca rápido, en menos de 3 minutos tuve mi primer orgasmo.
-Así cabrón, mi haces acabar, que buena verga tienes.
Siguió moviéndose, sentía como su pene cada vez estaba más caliente y mi vagina más abierta, que placer sentía su juventud le permitía darme todo el placer que necesitaba, supe que mi sobrino sería no solo un amante de unos meses sino de años.
Recordé a muchos amantes, pero el estar con mi sobrino fue algo muy especial.
-Tía cambiemos de posición.
-¿Cómo me quieres?
-Me voy a acostar, y te sientas en mí.
-Que rico, así me meto y me salgo como vaya sintiendo placer.
Se acostó, y me senté sobre el me metí lentamente su verga, y me empecé a mover muy rápido, subí y baje, muy rápido el empezó a acompañarme en el movimiento.
-Tía que rico coges.
-Dame verga, dale a esta puta.
-Tía eres la reina de la cama.
-Soy la más puta de las mujeres.
El empezó a eyacular, mi vagina se llenó de su caliente semen, yo seguí brincando sobre él.
-Sí, que rico, hazme acabar.
Tuve un orgasmo, me temblaban las piernas, me recosté sobre su pecho y me espere hasta que su verga saliera sola de mí, me paré y fui al baño, me vi al espejo y vi mi vagina abierta y con semen escurriendo, me excite al ver que estaba así por mi sobrino, salí del baño y el seguía acostado.
-Mi amor, esto tenemos que seguir repitiéndolo muy seguido.
-Las veces que quieras tía.
Nos vestimos y él se fue a su casa, yo me quede pensando en toda mi vida sexual, vi una foto de mi esposo y pensé es un excelente esposo pero no me basta una sola verga

viernes, 21 de diciembre de 2018

mi primera vez con mi tia (relato)

Esta historia es veridica, fue hace años cuando mi tia era soltera y yo era un adolecente calenturiento.
Yo entre en la edad de la masturbacion y como es de esperar, hasta el aire me exitaba.


Por ese entonces mi tia pasaba temporadas en casa, pero como no teniamos cuartos de sobra, mi tia dormia en una pequeña cama en el cuarto mio y de mi hermano.

Yo como estaba en la edad de la calentura me exitaba ver a mi tia dormida en pequeños pantaloncillos ,lo cual me provocaba masturbarme viendola dormida, pensando que ella no se daba cuenta, cosa que no era verdad, porque despues me di cuenta que ella se hacia la dormida y me miraba masturbarme.


Este ritual se extendio por una buena temporada hasta que decidi dar un paso mas y comence a poner mi verga dura en sus manos o su boca pensando que ella no se daba cuenta.

Luego de un tiempo decidi arriesgarme mas tocando sus senos por encima de su franela sin sosten, o bien dandole besitos en su pucha, claro esta sin quitarle los pantaloncillos.
Asi segui algun tiempo ,pensando como lo mencione antes ,que ella no se daba cuenta.

Un dia que regrezaba de la escuela esperaba con ancia el fin de semana para poder seguir besando y oliendo la vagina de mi tia por encima de sus pantaloncillos y terminar dandome una jalada de verga de miedo, cuando al llegar a mi recamara note que mi mama habia reacomodado las camas para hacer mas espacio poniendo mi cama junto a la cama donde mi tia dormia.



Eso cabe mencionarlo que me trajo muchas fantasias ya que seria mas facil poder acariciar a mi tia dormida sin hacer mucho ruido.

Llego la noche, mi tia llego por supuesto y a la hora de dormir no acomodamos en nuestras respectivas camas, espere a que todos se durmieran y comence a tocarme el pene que ya estaba erecto desde hacia buen rato.

Entonces decidi hacer el ritual de cada noche donde acariciaba a mi tia y le besaba su coñito. En eso estaba cuando senti que mi tia se movio y rapidamente regrese a mi cama asustado pensando que me esperaba tremenda surra cuando mis padres se enteraran, ya que pense que mi tia se habia despertado y al darse cuenta de lo que estaba haciendo me acusaria con mis padres.

Pero cual fue mi sorpresa que mi tia extendio su mano y me toco el pene,el cual a pesar de el susto y la preocupacion no dejaba de estar duro.

Entonses mi tia me hablo en voz baja y me dijo que me fuera para su cama y que no hablara fuerte. Yo al principio senti miedo pero me arme de valor y me pare a un lado de ella, estando acostada y yo de pie, comenzo a tocar mi polla, la cual estaba dura como un palo.

Me bajo el pantaloncillo de dormir que yo tenia puesto y comenso a jugar con ella. Entonces cuando yo estaba casi desmayado de placer porque era la primera vez que alguien que no fuera yo tocaba mi polla, ella cojio mi mano y la puso sobre sus senos los cuales estaban desnudos.

Comence a acariciarlos y luego ella me jalo y puso mi cara sobre sus tetas e instintivamente comence a chuparle los pezones. Al principio suave pero ella me susurro al oido que los mordiera, lo cual hice.

Luego volvio a agarrar mi mano y la puso en su vajina , cual fue mi sorpresa que al poner mi mano ya no senti la tela de sus pantaloncillos , si no un bultito de pelos por encima de una rajita calientita y muy mojada.

Ella con su mano comenzo a mover la mia en su vajina y senti como mi dedo entraba poco a poco en su vajina, hasta sentir como ella se movia exitada.

Despues bajo mi cabeza hasta su coñito e instintivamente comence a lamerselo saboreando sus jugos. Asi estuve un rato deleitandome y muy exitado por los movimientos que ella hacia.

Entonces yo instintivamente comence a subir mi cara hasta sus pechos y no comence a chuparlos, sino a morderlos.

Asi estabamos disfrutando los dos cuando de momento recobre la lucides y me di cuenta que estaba ensima de ella, y ella tenia las piernas abiertas. Entonces decidi rosar con mi verga su vagina a lo que ella al sentirla se estremecia

Asi estube un rato hasta que comence a apuntar mi verga hacia su vagina. Al principio solo hacia pequeños movimientos donde solo metia la punta de la cabeza en su vagina, pero a medida que pasaba el tiempo y mi exitacion se incrementaba comence a meterla un poco mas cada vez, hasta que se la meti toda.

Mi tia se revolvia de placer pero sin hacer ningun sonido por miedo a que nos descubrieran. Mientras tanto yo estaba tan caliente que mis movimientos suabes se convirtieron en arremetidas furiosas sintiendo como sus jugos mojaban mi verga, mis huevos y en general al parte baja de mi abdomen.

Mi tia mayor que yo y con experiencia sexual (ya que habia tenido varios novios) al sentir mis movimientos cada vez mas bruscos, me empujo con sus manos y me dijo en el oido "adentro nooooo ", lo cual yo entendi , y parandome a un lado de su cama y ella acostada comence a meterle otra ves mi dedo.

Al principio fue uno luego dos y finalmente tres dedos adentro de su mojadisima vagina. Entonces le agarre la mano y le la puse en mi polla erecta, agarrandola fuertemente y comensando a jalarla y como estaba muy mojada mi polla todavia su mano se resbalaba deliciosamente en ella.

Asi estuvimos hasta que ella comenzo a estremecerse y a tener espasmos, entendiendo que estaba a punto del orgasmo, exitandome mas con lo cual, comence a sentir que me corria junto con ella...

En ese momento su espasmos se hicieron realmente fuertes y comence a sentir un liquido tibio salir por su vagina, en ese preciso momento y comence a chorrear semen ensima de ella.

Fue tanto que la llene los senos y parte de cuello con mi leche, despues que paso el temblor yo regreze a mi cama.

Ella fue al baño a lavarse y sin decir una sola palabra nos acostamos a dormir.
Cabe mencionar que yo dormi realmente como una piedra.

Al dia siguente nos despertamos y desayunanos y aunque no hicimos ningun comentario al repecto, quedo claro que habiamos echo un pacto de silencio.

Aunque esta fue la primera vez con mi tia,no fue la ultima ya que seguimos con nuestros juegitos eroticos mucho tiempo hasta que ella se caso.
Pero esta primera vez nunca se me olvidara

lunes, 17 de diciembre de 2018

MALENA Y DON ANTONIO

Don Antonio cumplía todos los días su rutina de ir a la plaza cercana a su domicilio en horas de la tarde. A esa hora coincidía la salida de clases del colegio del barrio y el desfile de chicas ataviadas en sus uniformes colegiales eran un regalo para la vista de Don Antonio. Había una gran variedad de físicos, más altas, más bajas, más delgadas o más rellenitas y los ojos del viejo verde no se perdían detalle, sobre todo admirando lo corto que usaban algunas chicas sus polleritas tableadas. Cuando pasaban por su lado se volvía a admirarles las piernas y las nalgas mientras las jóvenes charlaban animadamente y ni advertían la presencia del caliente viejo sentado en un banco de la plaza, que fantaseaba con tener en sus manos aunque fuese por un rato esas suaves piernas.
Particularmente le había llamado la atención a Don Antonio una deslumbrante rubia, alta y de piel bronceada que también habitualmente pasaba siempre acompañada por otras chicas, usaba tan corta su pollera que al verla pasar casi se adivinaba el nacimiento de sus nalgas. Y sus piernas eran una delicia, la chica era consciente de su belleza y Don Antonio imaginaba que debería tener una larga fila de chicos ansiosos por cogérsela. Más de una vez, al volver a su casa, el caliente viejo se aliviaba masturbándose pensando en la rubia, soñando como se cogia esa belleza, imaginándola en su cama, en cuatro patas mientras el la penetraba viendo su cara de nena también disfrutando de la cogida que le estaba dando.
Malena, la chica rubia que tenía muy caliente a Don Antonio, a diferencia de otras chicas, se había dado cuenta que en la plaza había un viejito verde que no dejaba de mirarlas con lujuria y especialmente a ella. Al principio le había parecido asqueroso, pero ahora le empezaba a parecer excitante y sentir la mirada clavada del viejito en sus piernas le producía una sensación agradable. Esa tarde se encontraba muy excitada, la noche anterior había estado con su novio, un chico de 18 años como ella, y habían tenido una "frustrante" relación de sexo en el interior del auto del chico. Se habían manoseado largo rato pero ella había quedado más caliente que antes por lo que ahora se encontraba muy dispuesta a tener sexo y hasta ese viejito podía servirle para aliviarse.
Al salir del cole, se dirigió a cruzar la plaza y desde lejos vio al viejito verde, sentado como siempre, mirando a las chicas como embobado. Camino en la dirección del hombre, llego hasta él y, ante la sorpresa de Don Antonio, que tenía a ese monumento de chica parada frente a él, le dijo "Disculpe señor, quería pedirle un favor" Como pudo, el viejo dijo "Si decime nena" "Me quede sin dinero para el colectivo, si no es molestia quería pedirle que me prestara, yo sé que Ud. esta siempre en la plaza así que se lo devolvería mañana" con voz compungida le explicaba Malena mientras veía como el viejo le miraba sin disimulo las piernas.
Don Antonio, sorprendido y confundido pero también excitado empezó a decir "Si claro que te presto pero resulta que no traigo dinero, pero vivo a una cuadra y si querés me acompañas, es bien cerquita" dijo expectante Don Antonio, que empezó a tener una erección viendo tan de cerca esa belleza y la posibilidad de llevarla a su casa. La chica dijo, entre dubitativa y temerosa "Bueno, si vive cerca y no es molestia, le prometo que mañana se lo devuelvo"
"No te preocupes, nena dale vamos" dijo Don Antonio levantándose del banco y poniendo rumbo a su casa. La chica se puso a su lado y el viejo no podía dejar de admirar los bronceados muslos de esa preciosa rubia, su cara angelical y en el camino iba pensando todo lo que le haría y decidió que la iba a coger, tanto como si ella quería como si no, estaba dispuesto a violarla, es más, le encantaría que se resistiese y así poder cogerla mientras ella se quejaba. La verga se le había puesto tan dura como no recordaba. Por suerte llegaron a su casa, abrió la puerta e hizo pasar a la chica al interior. Don Antonio le dijo "tengo acá en el cuarto el dinero, vení" y la tomo de un brazo, esperando que la chica se resistiera. Para su sorpresa, Malena dijo "Bueno, no quiero molestar" y entro con el hombre al dormitorio. Lo primero que vio Malena fue una cama grande, un gran placard y sobre un costado una mesa de luz con cajones. Don Antonio busco en los cajones y le extendió a la chica un billete. Ella dijo "No esto es más de lo que le pedí, no necesito tanto" "Llevalo y mañana me lo devolves" dijo el viejo mirando ahora con lujuria a la deliciosa chica que tenía enfrente. "Pero te voy a decir algo, esto que hiciste no lo tenés que hacer", Malena abrió los ojos "Pero es que me quede sin dinero, si no lo hubiera pedido" "No es por el dinero, lo que no tenés que hacer es ir a la casa de un hombre porque te pueden querer hacer cosas, entendes" dijo Don Antonio, casi sin poder contenerse "Pero yo me di cuenta que Ud. no me iba a querer hacer nada, ya sé que hay hombres malos que se quieren abusar de chicas como yo" dijo la chica con una voz que enloqueció del todo al viejo verde. "Yo sé que hay hombres que les gustan las chicas y les quieren hacer cosas malas pero Ud. no es así" "Hay viejos verdes que se babosean con chicas como yo, le gusta mirarnos las piernas porque usamos polleras cortas, pero Ud. no es así, verdad?" Don Antonio se acercó a la chica y sin contenerse puso su mano en un muslo de la joven y lo acaricio diciendo con la voz tomada por el deseo "A mi también me gustan las chicas como vos, mira las piernas que tenés, dan ganas de chuparte toda" y se abalanzo sobre la chica mientras le acariciaba la pierna quiso besarla a lo que Malena se resistió girando su cara pero recibió todo el aliento del viejo en su cuello mientras la lamia. "Por favor señor no me viole" dijo Malena, que ya se estaba mojando ante la caliente reacción del viejo.
El hombre la apoyo contra la pared, sus manos buscaban desesperadamente acariciar los muslos mientras le pasaba la lengua por el cuello. Malena se resistía apenas, sentía la calentura del viejo y la contagiaba, sentía la dureza del bulto frotándose contra sus piernas mientras la acariciaba. Con cada caricia las manos de Don Antonio subían cada vez más la pollerita hasta dejarla en la cintura, ahora pasaba sus manos por los imponentes muslos, dorados y suaves. Estaba a punto de correrse solo tocándole las piernas, pero decidió que quería disfrutar de toda esa preciosura. Con la chica contra la pared empezó a desabotonarle la blusa, no hubo resistencia, solo la mirada implorante de la joven hasta que sus pechos quedaron libres, las manos amasaron las pequeñas tetas y se esmeraron en excitar los pezones hasta que se inclinó y empezó a chuparlos, alternándolos y chupándolos con ganas.
Malena sentía una gran humedad entre sus piernas, el viejo la estaba volviendo loca y en un momento se le escapo un suspiro de placer que el viejo advirtió "Te gusta calentar con esa pollera, te gusta que te miren y que te cojan nena" decía Don Antonio, se separó para sacarse los pantalones y volvió a apretarse contra la chica sintiendo su verga en contacto con los suaves muslos y se froto contra ellos mientras continuaba chupándole las tetas. Las manos del viejo separaron de la pared a la chica para poder acariciarle las nalgas mientras continuaba sintiendo un delicioso contacto de su pene contra las piernas de Malena. La chica ya estaba totalmente excitada y en un momento tomo del cuello a su maduro amante y lo llevo a que la besara en la boca. El viejo no podía creer lo que pasaba mientras le metía la lengua en la boca a esa deliciosa pendeja, y así, mientras se besaban y el hombre le pasaba sin descanso su verga por entre las piernas y le acariciaba las nalgas estuvieron unos minutos.
Don Antonio se dio cuenta que iba a acabar en cualquier momento, tomo a la chica de un brazo y la llevo hasta la cama. Le quito la ropa, admiro el físico imponente de esa pendeja, le quito la tanga blanca que llevaba y la tumbo en la cama. Le abrió las piernas y comenzó una chupada memorable en la mojada conchita de Malena, la chica empezó a retorcerse de placer ante las brutales lamidas del viejo verde que la estaba enloqueciendo. Don Antonio no pudo aguantar más, separo lo más que pudo las piernas de la chica, con una mano guio su dura verga hasta la concha de la chica y la penetro sin muchas contemplaciones, su calentura era imponente, comenzó a meter y sacar su pene, el placer que experimentaba era bestial, entraba y salía con facilidad de esa mojada conchita y ahora arremetía con fuerza, la chica también jadeaba mientras la penetraba hasta que en una arremetida Don Antonio sintió que se corría y en una interminable eyaculación se descargó dentro de la chica..
Se separó del cuerpo de la joven, agotado por el esfuerzo, vio que la chica jadeaba y suspiraba y se metió de nuevo entre sus muslos y comenzó a lamerle la parte interior de las piernas y subió hasta su deliciosa y mojada conchita. Lamio y lamio por minutos y paso su lengua por el clítoris de la joven, lo rodeo con su lengua hasta que sintió como se arqueaba en la cama la chica suspirando fuerte y moviendo espasmódicamente sus caderas hasta que quedo quieta suspirando de placer.
Don Antonio demoro en levantarse y reponerse, aun no podía creer, mirando a la preciosura que se acababa de coger, que eso hubiera pasado. Miraba la cara angelical de esa pendeja, ahora con los ojos entrecerrados y con expresión placentera y se sintió como no se había sentido en años.
Espero a que la chica se levantara y vistiera y la acompaño caballerosamente hasta la parada del colectivo.
Al despedirse, Malena le dijo "Mañana le devuelvo lo que me presto" y Don Antonio volvió a experimentar el comienzo de una erección

domingo, 16 de diciembre de 2018

Tuve Sexo con mi sobrino de 18 años




Créditos al autor
http://www.bedri.es

Nunca pude imaginar que, en menos de una década, mi matrimonio se enfriaría de tal manera para que, con apenas treinta años, tendría unas solo tres relaciones sexuales por semestre con mi esposo. Acabé por acostumbrarme a esa situación y a aceptar que ya no había nada que hacer. Además, mi marido no hacía nada por remediarlo. Quiero aclarar, que la intención de este relato no es acusarlo ni dejarlo de pendejo, únicamente pretendo compartir mi experiencia con otras personas.

Me llamo Silvia y soy profesora de educación primaria. Me encontraba disfrutando sola, de mis vacaciones de verano recién empezadas, porque mi marido estaba en un viaje de trabajo que le tendría fuera otras dos semanas. Recibí la llamada de mi hermana que me pidió que me quedara con su hijo, de dieciocho años, durante una semana. Acepté ya que mi sobrino frecuentaba mi casa desde pequeño y así me haría compañía.

Mi hermana me explicó que le había surgido un viaje con una persona con la que había comenzado una relación y no podía llevar a su hijo pero tampoco quería dejarlo solo. Mi hermana ha criado sola a ese chico porque es madre sotera al haberlos abandonado el padre antes de que naciera mi sobrino. Nunca más tuvimos noticias de él.

Mi sobrino es moreno, delgado y bastante alto. Es dulce, simpático y educado. Juega al fútbol y es bueno en eso. Ayudé a su madre en su crianza y por eso me encanta y me respeta por lo que quedarse con él no sería problema para mí.

Pero volviendo al asunto de los viajes, mi hermana me lo agradeció, mi marido se alegró de no me quedara sola. Mi sobrino y yo veíamos a la televisión esa noche cuando comenzó una tormenta muy fuerte con fuertes truenos y lluvia muy intensa. Como era tarde y decidí irme a dormir, le di las buenas noches y me fui a la habitación, me puse un pijama adecuado porque estaba frío, llovía y hacía mucho viento Me acosté pero dejé la luz de la lamparita de la mesilla encendida. Unos minutos después, mi sobrino llamó la puerta y preguntó si podía entrar. Le dije que pasara y nada más entrar me pidió quedarse conmigo, al menos hasta que los vientos fuertes pararan. Yo entendía el miedo que sentía. Algunos años atrás, un vendaval, por lo demás, muy común donde vive, arrasó la casita de mi hermana y los dos pasaron momentos terribles y el pobre chico había quedado traumatizado con ese episodio tan terrorífico. Le dije que podía dormir allí conmigo, en la misma cama y me acosté. Me desperté en medio de la oscuridad, con el sonido de un trueno. Abrí los ojos, pero no me moví. Sentí que una parte del cuerpo de mi sobrino se apoyaba en mi culo. Pensé que sería la pierna o la rodilla, no me preocupó. De repente mi sobrino hizo un movimiento brusco, se movió y encajó en mí, de la misma manera que mi marido hacía en las raras veces en que me buscaba para tener sexo. Me quedé inmóvil y pensando en apartarlo cariñosamente, cuando sentí que había algo diferente; sentí algo duro en el culo. Mi sobrino estaba excitado, concluí que estaba durmiendo y su instinto de hombre había actuado. Me sentía avergonzada sin saber qué hacer. Entonces empezó a empujar el pene en mi culo. Entonces yo, lentamente me fui moviendo y escapando de aquella situación incómoda. Mi sobrino hizo entonces algunos sonidos típicos de quien está durmiendo y se apartó de mí. Me quedé aliviada y luego me dormí.

Cuando a la mañana siguiente me desperté, mi sobrino aun dormía, destapado y ocupando casi todo el espacio en la cama, y era bastante grande. Creo que no estaba acostumbrado a dormir con otra persona. Me quedé mirándolo un poco para él, tiene muchos de los rasgos de nuestra familia, el chico es lindo. Curiosamente no tiene ningún vello en el cuerpo, tiene brazos y piernas lampiños.

Volví a la realidad y decidí levantarme. Fui al baño, me saqué las bragas y las arrojé al suelo. Ya las recogería después, cuando me fuera a la ducha, es una costumbre que tengo. Después me puse la bata y me fui a la cocina. Mi sobrino ya había despertado y gritó desde la habitación, pidiéndole permiso para bañarse. Le dije que podía puesto que iba a preparar el desayuno. Un cuarto de hora después, mi sobrino salió del baño y se fue a la cocina. Mientras el chico desayunaba me fui a tomar mi ducha.

Después de de ducharme y al ir a buscar mis bragas percibí que estabas en un lugar diferente a donde yo las había dejado, al recogerlas mi corazón se disparó, pude ver que había una buena cantidad de semen en ellas, precisamente en el lugar que tomaban en contacto con mi coño.

Me asusté, y lo que es peor, aquello me excitó, me imaginé que aquel joven me deseaba. El hecho de que fuera mi sobrino, en aquel momento en vez de contener mis pensamientos, contribuía dándome más tesón todavía. Una sensación indescriptible se apoderó de mí. Me imaginé haciéndolo con él, algo prohibido pensé para mí. Me arrodillé en el suelo y me llevé la mano al mi coño que estaba empapado. Pasé los dedos por el semen de mi sobrino y me froté con él en mi clítoris. Me masturbé así, oliendo mis propias bragas y pasando lo que quedaba del semen por mi coño. Creo que fue la mejor masturbación que me di en mi vida. Desde ese momento cambió la visión que tenía de mi sobrino. Yo no alcanzaba a comprender por qué pensar en él sexualmente me daba aquel fuerte deseo y lo sentía diferente. No podía entender las razones por las que aquel deseo despertó tan de repente, tal vez por el hecho de estar carente sexualmente. Tal vez él estuviera como yo estaba ahora, muriendo de deseo. Y eso fue lo que decidí descubrir.

Esa noche le dije a mi sobrino, que si era bueno dormiría conmigo, pues la previsión sería de lluvia y vientos fuertes y así que podría estar más tranquilo. Al ir a acostarme, en vez del habitual pijama, puse una camiseta y debajo un tanga blanco de hilo dental bien metido por el culo. Ya había comenzado la tormenta cuando mi sobrino entró en la habitación, traía un pantalón y una camiseta ancha. Después de que se acostase, apagué la luz y dejé sólo la luz de la lámpara de la mesilla de noche. Me volví de espaldas y le di las buenas noches.

Yo fingía dormir mientras él se movía un poco inquieto en la cama. Pasó mucho tiempo y nada sucedía; yo ya estaba tomando el sueño cuando sentí que mi sobrino me destapaba bajando lentamente la ropa de la cama hasta la altura de mis muslos. Me quedé quieta, pero mi corazón se disparó otra vez. Pasaron unos segundos hasta que sentí que me levantaba también lentamente la camiseta y mi culo quedaba al descubierto apenas protegido por las minúsculas bragas. Sentí la cama moverse y concluí que estaba masturbándose. Me quedé inmóvil, no quería asustarle y quería que se viniera pronto. Poco a poco, mi sobrino, se fue allegando cada vez más cerca hasta que se pegó contra mí, como la noche anterior sentí su pene. Yo estaba mojada y temblando de la excitación. Tengo que admitir que el chico o es muy valiente, o muy tonto para hacer lo que hizo. Por suerte para él, era yo quien más lo deseaba en aquel momento. Mi sobrino logró abrir un poco mi culo, metió su palo y empezó a empujar. Me di cuenta de que no había más motivos para seguir fingiendo que dormía y lentamente empecé a responder a esos movimientos. Comencé a moverme al compás y ahora era él que estaba inmóvil. Llevé mi mano hacia atrás, le tomé por el culo y empujé hacia mí, apretando su cuerpo contra el mío mientras me frotaba el culo en aquel pene durísimo. Me quedé así unos minutos y luego me volví. Mi sobrino estaba con los ojos abiertos, sorprendido y asustado, pero aún muy excitado. Le pedí que se quedara callado y no se preocupara. Tomé en su pene y me bajé para chuparlo. Su pene es grande, mucho más grande que el de mi marido, y el chico tiene sólo dieciocho años. Comencé con los movimientos de dentro y fuera metiendo lo máximo que podía dentro de la boca. Mi sobrino comenzó a contorsionar y gemir hasta que en determinado momento, me suplicó que parara diciéndome que no aguantaba más y que era una gozaba. Yo ignoré su requerimiento y continué hasta que chorros de semen invadieron mi boca. Tragué lo que pude y continué chupando aquel pene que quedó todo impregnado de mi saliva pero que no se llegó a ablandar, ventajas de la juventud Entonces me quité las bragas, tomé su polla, me la metí en la entrada de mi coño y me senté. Entró con un poco de dificultad, pero entró. Yo subía y bajaba. A veces susurraba en su oído algunas cosas sucias del tipo— fóllate a la perrita de su tía.

Yo estaba poseída por el deseo y era un deseo como nunca en mi vida había sentido. Yo abría bien mis piernas y bajaba hasta casi aplastar los testículos de mi sobrino. Pero pronto me cansé en aquella posición, me puse a cuatro y le dije que ahora sería su turno de meter. El chico se agarró a mis muslos y metió el pene con violencia. Comencé a acariciarme el clítoris mientras sentía aquel pene tan duro dentro de mí. Apenas podía soportar tanto goce, mis piernas temblaban y le gritaba lo bien que estaba gozando. El continuó cogiéndome que me avisó que iba a gozar también. Lo hice quitar el pene rápidamente de mi coño y que eyaculara en mi boca. De nuevo mi garganta estaba inundada de su semen. Después de eso el pene de mi sobrino se ablandó y él cayó cansado en la cama. Me eché a su lado y nos quedamos desnudos hablando. El chico me contó que fue de tanto oír a sus amigos hablar de mí, que él empezó a sentir deseo pero que creía que jamás conseguiría follar conmigo y que dormir conmigo era inalcanzable. Por eso aprovechó la ocasión pero que su objetivo era solo masturbarse. Pero quiso el destino que todo sucediera de la mejor manera. Le dije que yo estaba feliz porque su deseo se había cumplido y que si quería ir más allá, le daría mi culito. Sólo había hecho esto una vez en la vida, cuando aún estaba con mi marido y confieso que no me había gustado en la ocasión. Le quise preguntar a mi sobrino si le gustaría follarme el culo, pero tuve vergüenza de decirlo, aún así, él entendió lo que quise decir y se excitó inmediatamente. Fui a buscar un bote de vaselina y cuando regresé, mi sobrino ya estaba acostado con el pene duro como una piedra. Me puse una buena cantidad de vaselina en mi agujero del culo y me coloque empinando el culo hacia arriba pidiéndole que tomara cuidado y que fuera lentamente para que entrara poco a poco sin dañarme. Ya me dolía sólo de pensar en ello. Mi sobrino se puso detrás y parecía un perro desesperado. Le pedí calma de nuevo y puse la mano detrás y le sujeté el pene para controlar la penetración. Cuando la cabeza del pene acabó de entrar, el dolor se alivió un poco. Le solté el pene y le dejé que me la metiera por su cuenta. A cada metida que él daba, yo tenía ganas de gritar. El sufrimiento se mezclaba con placer. Mi sobrino tardó en gozar, pero cuando gozó, agarró mis hombros y me apretó.

—Córrete en su tía —Eso es lo que le dije varias veces mientras mi sobrino llenaba mi culo de semen.

Cuando nos dimos cuenta eran las cuatro de la mañana. Me fui a duchar y luego me dormí satisfecha.

Durante esa semana follamos muchas veces. ¡Nunca tuve tanto sexo en mi vida!

Nunca hablé de eso con nadie y mi sobrino tampoco. Ahora, nos arreglamos para tener la manera de encontrarnos al menos una vez por semana. ¿Quién se atrevería a decirme que encontraría la felicidad sexual con mi sobrino de dieciocho años

ME ACOSTÉ CON UNA GORDIBUENA

Me acosté en un viaje de la universidad, con una chica que ya medio me gustaba. Como eramos del mismo equipo de una exposición, nos quedam...